La definición de enfermedad mental ha cambiado con el devenir de la historia del ser humano. Históricamente la locura se ha definido como el rechazo a las normas sociales establecidas para ese momento. Lo que hace algunos años se consideraba como una enfermedad mental (por ejemplo la homosexualidad), hoy es una opción sexual perfectamente normalizada en la mayor parte del mundo.
De las enfermedades mentales, en términos científicos, se sabe poco en relación a lo que genera las diferentes patologías psiquiátricas. No hay definiciones suficientemente claras sobre cómo se producen y en qué partes del cerebro o de sus funciones tienen origen determinadas dolencias psíquicas.
En realidad, las enfermedades mentales no se han definido salvo en base a una serie de síntomas bien descritos. Estos síntomas se definen como comportamientos que se apartan de la normalidad. En términos muy generales, en el curso de una enfermedad mental se ve distorsionada la percepción de la realidad.
Mi intención en esta entrada no es describir los síntomas de las diferentes enfermedades mentales, sino hacer una reflexión sobre su definición. En caso de que desees profundizar acerca de este punto te adjunto el link a wikipedia con bastante información y enlaces de interés sobre el Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM, por sus siglas en inglés).
Decimos que una persona está loca cuando tiene un comportamiento que bajo nuestro punto de vista no es normal o va contra las normas sociales que imperan en el momento en el que estemos. Pero no todas las personas que tienen conductas excéntricas o alejadas de la norma sufren de un trastorno mental.
A lo largo de la historia de la humanidad el concepto de locura ha ido cambiando, muchas veces por interés de las élites sociales o los grupos de poder.
Por ejemplo, en la Edad Media, cuando el poder era ejercido principalmente por el clero y los señores feudales, a cualquier persona que se saliese de las normas impuestas por estos dos grupos sociales se le denominaba «hereje» y era condenado a morir en la hoguera, sometido a la Santa Inquisición.
No había que esforzarse mucho para salirse de las normas impuestas y morir achicharrado, bastaba por ejemplo con poner en duda la existencia de dios o la pureza de la virgen María, ser homosexual o tener más de una pareja…Se les consideraba locos y endemoniados, eran sometidos a torturas atroces y quemados en la hoguera. Los verdaderos enfermos mentales eran también considerados seres endemoniados que no merecían los cuidados sanitarios necesarios. No se entendía la enfermedad mental como una patología susceptible de ser tratada y curada, sino como un estado demoniaco.
Durante el Renacimiento, al ponerse el acento en el ser humano y sus capacidades, a los estados mentales desajustados se les empieza a valorar desde un punto de vista de genialidad. Se considera loco a quien piensa distinto, pero desde un punto de vista positivo. Los locos son personas creativas y geniales.
En esta época la locura se empieza a considerar como un problema, cuya solución es el encierro, la reclusión, la invisibilidad. La forma de gestionar la situación de los enfermos mentales se reduce a recluirles sin tratamiento y sin ningún tipo de contacto social.
En esta etapa de la historia es cuando se empieza a considerar por primera vez la enfermedad mental como un problema de salud pública que necesita ser tratado y cuidado. Es también el momento en el que se empiezan a estudiar y clasificar sus síntomas.
El Dr. Francisco Mora, en su maravilloso libro, «Cómo funciona el cerebro» explica la consideración actual que tienen las enfermedades mentales por parte de la neurociencia y de la psiquiatría y psicología modernas. A continuación te resumo brevemente los puntos más interesantes del libro:
La definición de enfermedad mental se define en base a una serie de síntomas que dan lugar a una conducta social aberrante.
La esquizofrenia: que supone una alteración en casi todos los campos de las funciones cerebrales (alucinaciones, alogia, disgregación, catatonia, embotamiento, etc.). Uno de los sistemas cognitivos más afectados es el de los sistemas atencionales. Estos sistemas son los que hacen que los seres humanos seamos conscientes de las cosas que nos suceden.
La depresión endógena: que se caracteriza por un sentido profundo de tristeza, muchas veces desencadenado sin ninguna causa que lo pueda justificar. Síntomas: insomnio, dificultad para concentrarse o pensar, sentimientos de desesperanza o culpa, etc.).
El trastorno bipolar: es una enfermedad que causa cambios extremos en el estado de ánimo: altos emocionales (fase maníaca y bajos emocionales (estado depresivo).
Enfermedades como la esquizofrenia suponen una alteración de los procesos mentales de uno mismo, por eso un esquizofrénico no es capaz de reconocer su propia enfermedad.
Se manifiestan desregulando los procesos mentales, pero tiene su origen en el cerebro. Puede ser por una condición hereditaria o genética o por la experiencia de uno o varios eventos traumáticos que han afectado al cerebro.
En la actualidad la neurociencia está definiendo todos aquellos patrones «normales» de funcionamiento a nivel químico, físico y molecular, con lo cual es complicado llegar a entender los procesos mentales desorganizados. Todavía hay un largo camino por recorrer. Lo que está claro es que la psicología, la psiquiatría y la neurociencia deberían estar dentro de un mismo marco de referencia.
Estos cambios también tienen un impacto en la expresión genética de la persona y son capaces de crear nuevas interconexiones neurales en el cerebro.
Por ejemplo: Lord Byron y Edgar Alan Poe: sus periodos de mayor productividad coincidieron con la fase maníaca del trastorno bipolar que sufrían. La etapa en la que Van Gogh pintó sus cuadros más trasgresores, de trazos gruesos y llenos de color coincidió también con un proceso psicótico.
No se puede afirmar que fuesen geniales por estar enfermos, pero sí parece que la enfermedad mental pudo darle impulso al proceso creativo.
Hay piezas «normales» en la estructura cognitiva del enfermo mental y «piezas anormales» en la estructura cognitiva del ser humano normal.
El tema de la enfermedad mental daría para un calendario editorial completo de posts. En esta entrada he querido compartir contigo algunas reflexiones sobre su significado y, sobre todo, comentar los puntos más interesantes y curiosos desde la perspectiva de la neurociencia moderna.
En otros artículos de mi blog encontrarás más entradas dedicadas a la salud emocional y a la psicología. Si quieres saber más sobre mi pincha aquí.
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